*Narra Kim*
Llegamos. Bajamos del coche, cogimos nuestras maletas y las
dejamos en el pasillo. Lucía se abrazó a su madre. Se le cayeron algunas
lágrimas pero se las secó rápido. Se le veía muy emocionada. Ella y yo nos
miramos y tuvimos la misma idea, subimos corriendo las escaleras y cada una
entro en su habitación con sus respectivos nombres en cada puerta.
Abrí mi puerta. Las paredes eran de color rojo, algo
chillón, pero me gustaban. Había una gran cama ancha y un escritorio de madera
en el que observé un ordenador portátil negro, y parecía muy nuevo.
-¡Vaya! Se lo han currado bastante con la habitación- pensé
en voz alta.
Las ventanas eran bastante grandes y conectaban con una
pequeña terraza y balcón. No tardé en asomarme y contemplar las bonitas vistas.
Tenían un jardín súper grande, césped natural y una gran piscina.
Tenía curiosidad por saber cómo sería la habitación de
Lucía, salí corriendo y pasé.
-¡Guau! ¿Has visto qué pedazo de casa?
-¡Sí! Jajaja Esto es increíble.
*Narra Lucía*
Pase a la habitación. La verdad es que estaba bastante
nerviosa por saber cómo era. Las paredes eran naranjas, la cama era ancha y parecía
cómoda. Había un escritorio de madera con un portátil blanco. Era mejor de lo
que creía, mis padres habían organizado muy bien todo aquello. Además, en el
escritorio había dos posters, en uno de ellos había un canguro. En el otro, dos
pequeños leones. Sabía que mi madre me los había comprado. No se le escapa una,
la naturaleza me encanta. Por último, salí a la terraza. Había unas vistas
geniales y además, conectaba con la habitación de Kim.
Pasó Kim a la habitación, hablamos un rato sobre lo bien que
estaba todo organizado y bajamos abajo.
-Espero que tengáis hambre chicas, hoy he preparado crepes de jamón y queso. – dijo mi madre.
-Mmm, ¡que pinta! Gracias Esther.
Nos sentamos a la mesa y empezamos comer. Los crepes estaban
riquísimos y yo ya tenía ganas de ver toda la casa y salir a conocer Londres.
Kim y yo, fuimos a investigar toda la casa. Después, salimos
al jardín. Estuvimos unas horas allí sentadas hablando. El tiempo se había
pasado volando.
Esa misma tarde, mis padres nos llevaron a HARRODS, uno de
los centros comerciales más grandes de Londres. Aquello era enorme. No nos dio
tiempo a verlo entero. Mi madre compró comida, la necesaria para un par de
semanas. Cuando acabaron de comprar, mis padres se fueron. Harrods quedaba
cerca de casa y volveríamos andando.
Fuimos a comprarnos un par de chándal, unas deportivas y
adornos para las habitaciones. Kim y yo nos entreteníamos a cada paso que
dábamos. Y en una de nuestras paradas…
-Kim ¿te gusta esta foto? ¡Kim, kim! ¿Dónde te has metido?
*Narra Kim*
Esa tarde estaba siendo inigualable. Lucía y yo nos lo
estábamos pasando genial comprando y no nos dimos cuenta de la hora en ningún
momento. En un descuido, perdí a Lucía de vista.
-¿Lucía? Bff la he perdido.. ¿Qué hora será? Las 20:45,
tengo que encontrarla y rápido.
Empecé a subir escaleras y mirando en cada rincón.
Preguntaba a la gente si podían haberla visto, pero nada. Mis esfuerzos eran
inútiles. En un abrir y cerrar de ojos, las luces se apagaron. Yo empecé a
asustarme e iba con la linterna del móvil alumbrando como podía. Estaba
demasiado oscuro, no veía nada.
Oí unas voces, decidí esconderme detrás de la primera pared
que encontré. Empecé a escuchar la conversación:
-Louis tu padre nos va a matar.
-Tranquilo, él no tiene por qué enterarse de que estamos
aquí.
-¿Cómo no se va a enterar cabezón? – una pequeña colleja recibió
ese tal “Louis”.
-Eii, ha dolido.
-Te la has ganado a pulso.
-Bueno, deja de desconcentrarme si quieres que encuentre la
puerta de salida.
-Está bien..- no llegó a acabar la frase cuando tuvo que
chocar precisamente conmigo. - ¡Aaaah! ¡Louis!
-¿Qué pasa? ¿Qué pasa?
-Esperad no os asustéis.- dije siendo yo la que más asustada
estaba.
Uno de los chicos se
inclinó y me ayudó a coger el móvil que se me había caído al chocar con él.
-Lo siento- dijo.
-No pasa nada. También ha sido culpa mía. –Ambos nos
incorporamos y al encender de nuevo la luz del móvil, pude ver su cara. -¿Liam?
-¿Kim? ¿Pero qué haces tú aquí?
-Claro que soy yo. Pues..
-Esperad un momento, ¿vosotros dos os conocéis? – dijo ese
tal “Louis” cortándome.
-Sí. –dijimos los dos al mismo tiempo.
-Bueno, las presentaciones para luego Liam, tenemos que
salir de aquí.
-Un momento, y ¿Lucía?
-¿Qué? ¿Ella también está aquí?
-¿Lucía? ¿Qué Lucía? ¿De quién habláis?
-Mi mejor amiga. No podemos dejarla aquí. Nos hemos perdido
de vista y estaba buscándola.
-Tranquila, iremos a por ella. –dijo Liam.
-¡Está bien! Vamos a la sala donde se encuentran todas las
cámaras de seguridad. La encontraremos y después Liam borrará la parte en la que
nosotros llegamos aquí hasta ahora.
-Vale, vámonos. –dijo Liam.